¿Recordáis esas agujetas que se te ponían cuando hacíamos deporte después de mucho tiempo sin hacerlo? Hoy, al día siguiente de este inicio de temporada rutera, todavía me duele hasta el paladar.
Pero como dice uno que yo me sé: “ay, que dolor más rico”.
Reconozco que cuando Teche propuso esta ruta tan larga, de inicio de temporada de rutas, pensé: “está tarao, así sin vaselina”. Me lo pensé, pero mi bendita costumbre de apuntarme a un bombardeo, me hizo dudar poco. Tras posponerla un par de veces debido a la maldita lluvia, este 7 de abril, se consumó la propuesta. Y para allá que nos fuimos unas cuantas motos.
¡¡Ah!! ¿qué cual fue la ruta? Pues esta:
(pincha en el enlace para verla)
La idea era visitar el Parque Nacional de Cabañeros y así lo hicimos.
Quedada mañanera en Illescas, salida hacia Toledo y de allí a Navahermosa. Paradita para café y micción. Fresquito, mucho fresquito. Capas de ropa, que no estorbaban, de momento.
Y entramos al Parque. Primera desilusión que no nos quitó la idea de continuar: la carretera era una autentico camino de cabras, eso sí, lo avisaban con un cartel cuando ya llevábamos unos cuantos kilómetros y era casi peor dar la vuelta. Así que continuamos en fila de uno porque sólo había un pequeño carril (a veces ni eso) por donde circular medianamente mal.
Fin de la provincia de Toledo y fin de las penurias para nuestras posaderas, ya que la carretera cambió radicalmente al entrar en la provincia de Ciudad Real. El gesto de nuestras caras y nuestro ánimo cambiaron por completo. Una carretera preciosa, llena de curvas de todos los tipos y ángulos.
Repostaje, más curvas y más sol. Bendito día. La idea era de comer de bocata o similar en cualquier sitio agradable y por fin lo encontramos. Un sitio precioso, en el río que dio pie a comer, charlar e incluso a jugar a hacer ranas con las piedras, como cuando éramos más jóvenes. Recuerdos.
Con cierta pena, retomamos el camino, había que volver. Seguimos hasta Anchuras (sí, donde el polémico polígono de tiro de hace unos cuantos años), atravesando un pequeño tramo por la provincia de Badajoz.
Con cierta pena, retomamos el camino, había que volver. Seguimos hasta Anchuras (sí, donde el polémico polígono de tiro de hace unos cuantos años), atravesando un pequeño tramo por la provincia de Badajoz.
En Anchuras, café y dudas. ¿Rodeamos el Parque arriesgándonos a unas carreteras en pésimo estado o más kilómetros con mejor firme?
La opción más atractiva era la segunda y así lo hicimos y acertamos. La carretera desde Anchuras hasta la N-502 es una auténtica pasada, de verdad. Pocas veces he disfrutado tanto en una carretera y no me importaba ir rozando escapes, estaba gozando de verdad.
Un rato por la N-502 y desvío hacia Navahermosa, donde repostamos por última vez y nos despedimos ya que iríamos “perdiendo” efectivos (cada uno a su casa) desde allí hasta Madrid y más allá.
Para ser la primera de la temporada ha estado de lujo. Otra de las rutas repetibles, por supuesto.
Nuevos buenos amigos, nuevas bonitas carreteras… todo un placer.