Teche, muchas gracias y enhorabuena por la adaptación.
Así que, ¡¡¡¡ enjoy !!!!
Con dos escapes en banda,
viento en la cara, a todo gas,
no corta el firme, sino vuela
una harley benjamín.
Bajel motero que llaman,
por su locura, el "Sonido",
en toda ruta conocido
del uno al otro confín.
El Sol en el manillar rïela,
en la cara gime el viento,
y alza en vibrante movimiento
curvas de plata y azul;
y ve el capitán de ruta,
cantando alegre el primero,
Asia a un lado, al otro, Europa
y allá a su frente, Madrid
«Rutea, moto mía,
sin temor,
que ni enemigo cuchillo
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu fulgor.
Veinte curvas
hemos hecho
a despecho
del japonés,
y han rendido
sus pendones
cien motillos
a mis pies.
Que es mi Harley mi tesoro,
que es mi dios la carretera,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la libertad.
Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el carreterío,
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay carretera,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.
Que es mi Harley mi tesoro,
que es mi dios la carretera,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la libertad.
A la voz de «¡Sportster viene!»
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey de la carretera,
y mi furia es de temer.
En las compras
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
el cromado
sin rival.
Que es mi Harley mi tesoro,
que es mi dios la carretera,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la libertad.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio ministerio.
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
Que es mi Harley mi tesoro,
que es mi dios la carretera,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la libertad.
Son mi música mejor
balancines,
el estrépito y temblor
de los escapes sacudidos,
del negro mate los bramidos
y el rugir de mis pistones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento
al acelerar,
yo ruteo
sosegado,
arrullado
por el cuero.
Que es mi Harley mi tesoro,
que es mi dios la carretera,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, LA LIBERTAD.»
José de Espronceda, GRACIAS.
