Si nos remontamos hacia atrás en el tiempo, podemos comprobar que son los pioneros en muchos los acontecimientos que han marcado la historia de nuestro país. No pretendo dar una clase de historia, por supuesto que no, eso se lo dejo a los profesores y a los entendidos del tema. Solo quiero hacer un pequeño homenaje a esa gente, a esos luchadores incansables.
Ayer un buen amigo, un compadre, el mio collaciu, como dicen ellos, me mandó un mensaje diciéndome que estaba hasta los cojones de la situación en España, que nadie iba a hacer nada y que era el momento de hacer algo. Estoy completamente de acuerdo. Pero, cierto es que vivimos en un país de güevones, donde pensamos "ya lo harán otros". ¿¿Y siempre, han de ser los Asturianos??
Pedro Garfias Zurita, nació en Salamanca, pero su infancia y su juventud transcurrieron en Sevilla y Córdoba. Tras la caída de Asturias el 20 de octubre de 1937, escribió un poema muy muy famoso. Se publicó por primera vez, en el exilio, como no, dentro de su libro "Poesías de la guerra española" en 1941 en México. La idea de escribirlo, parece ser que ya le rondaba desde la Revolución d'Ochobre de 1934 (otra vez los asturianos). La censura franquista evitó que toda España conociera el poema hasta 1976, aunque se hizo popular en 1983, casi 50 años después de haberse escrito. En sus estrofas se hace alusión a momentos históricos como la batalla de Covadonga o a la Revolución d'Ochobre, pero lo que queda reflejado, más que otras circunstancias, es la eterna rebeldía de los asturianos a lo largo de toda su historia frente a cualquier tipo de tiranía o sumisión militar o política.
El poema en cuestión es:
Asturias, si yo pudiera,
si yo supiera cantarte...
Asturias verde de montes
y negra de minerales.
Yo soy un hombre del Sur
polvo, sol, fatiga y hambre,
hambre de pan y horizontes...
¡Hambre!
Bajo la piel resecada
ríos sólidos de sangre
y el corazón asfixiado
sin venas para aliviarte.
Los ojos ciegos, los ojos
ciegos de tanto mirarte
sin verte, Asturias del alma,
hija de mi misma madre.
Dos veces, dos, has tenido
ocasion para jugarte
la vida en una partida,
y las dos te la jugaste.
¿Quién derribará ese árbol
de Asturias, ya sin ramaje,
desnudo, seco, clavado
con su raíz entrañable
que corre por toda España
crispándonos de coraje?
Mirad, obreros del mundo
su silueta recortarse
contra este cielo impasible
vertical, inquebrantable,
firme sobre roca firme,
herida viva de su carne.
Millones de puños gritan
su cólera por los aires,
millones de corazones
golpean contra sus cárceles.
Prepara tu salto último
lívida muerte cobarde
prepara tu último salto
que Asturias está aguardándote
sola en mitad de la Tierra,
hija de mi misma madre.
Todas y todos lo habéis escuchado. No me podéis negar que siempre que lo escucháis no se os ponen los pelos de punta y no os entra ese sentimiento de "estoy harto", "hay que hacer algo". A mi, sí, siempre. Y ya es hora que el resto de los españoles empecemos a hacer algo por nosotros mismos y no esperar a que los asturianos sean los primeros, otra vez.
Y por supuesto, ¡¡¡GRACIES A LOS MIOS COLLACIOS!! ¡¡¡PUXA ASTURIES!!!